Fotografía: Paul-Nouge Cils-Coupes,Serie La subversion des images,1929-1930.
I
esta tierra que retumba
y tiembla
en la carrera
del depredador
tras
la presa
con los innumerables
troncos
abatidos
por el rayo
por la lluvia
por el hachazo voraz del hombre
qué es sino el lecho donde tu carne se hunde
una vez
y florece
luego
en otras carnes
ajenas sí
lejanas sí
pero que habrán de llevarte
como la ceniza lleva
a cuesta
la metafísica de lo que ha combustionado
qué es
esta tierra
si no tu ojo
por el que pasa el incendio
y su fascinante terror
y tus piernas y sus pasos
-y no la distancia que crees recorrer
y tu mano
por donde cruzan
otras manos cuerpos cosas que no están
todo lo que es
eres
eso te dice esta tierra
II
tu cuerpo es el sol
y vas con la pena y es el sol
y vas hacia el amor y es el sol
¿ves el polen
dorando
la invisibilidad del aire?
¿la garganta
innumerable
del sonido?
no está fuera de tu ojo
la luz que recorta el ondular del pez
en la dócil transparencia del agua
construimos
la pereza del gato
el chillido del murciélago abriendo entre las sombras
el contorno de las cosas
¿cuántas criaturas crecen en tu orfandad?
¿cuánta hojarasca de súbito incendias?
tu cuerpo es el sol y el sol se derrama
una vez
como una lágrima dulce
y dorada
sobre todas las estaciones
y se consume
III
hay un gancho en tu ojo
que arrastra el asombro y a los días
y no es tuyo el dolor que te provoca
y es tu dolor:
das a tu memoria un ciervo
y le dices:
es hora de morir
y suena el disparo:
caes con el ciervo
IV
y da
tu paso
la luz
y la sombra recta de aquello que cae
y el perfil del agua que en su fondo se mueve
y pasa
y que un pie o una piedra
deshace
oh ser como la sombra traslúcida del agua
por donde corre
desenredada
la sombra de los peces
en ese emanar la luz y dar la sombra
tu cuerpo toma
su rosa virginal
y te abres
y te expandes
sobre la materia afilada de las tijeras
V
y en la música que da el mundo
chapoteas en tu propia cantinela
pues tu cuerpo da el ruido
de su existencia
como da el árbol su crujido antes de ceder
VI
ambos ojos son el sol y la luna
y tu mano es la mano
del sol y es la mano de la luna
y entre ambas
das el incendio
o el roce del rayo primaveral
y la región lunar con su color azul
para las frondas fantasmales
y una da lo vivo y sus excesos:
el deseo
el hambre
y la otra su impreciso reinado
de brumas
y ensueño
¿con cuantas lenguas cantas el follaje mecido por el viento?
¿con cuánto ojos miras todas las plumas del pavo real?
¿cómo pagas el pasaje de cruzar el río de la existencia?
¿qué ve tu ojo izquierdo cuando cierras el derecho?
¿el lado izquierdo del mundo?
¿su lado inconcluso?
¿y tu ojo derecho?
¿una sola ala
¿un solo cuerno en cada criatura?
VII
abre su flor abrupta
tu cuerpo
la recoge el aire
la tajea la existencia
VIII
tu cuerpo herido es también el ojo herido del mundo
su equilibrio.
un ojo da un ciervo
el otro da al cazador.
Jotaele Andrade (1974, La Plata) A los seis años pasó a vivir en Azul, Provincia de Buenos Aires, donde desplegó una intensa labor cultural, coordinando ciclos de poesía, talleres literarios y el Festival Internacional de Literatura y Acampada Poética de dicha ciudad. Actualmente, reside en Buenos Aires.
Publicó los siguientes libros de poesía: El salto de los antílopes (Ediciones El Mono armado, Buenos Aires, 2012); El oleaje del mundo (Editorial Azul, 2013); Elefantes con anteojos (Editorial Morosophos, La Plata, 2013); La mano del verdugo (Ediciones de la Eterna, Tucumán, 2014); Los metales terrestres (Añosluz Editora, Buenos Aires, 2014); Elefantes con anteojos, tomo I (Ediciones de la Eterna, Tucumán, 2015); El psicólogo de dios (Qué diría Víctor Hugo?, Buenos Aires, 2016); La rosa orgiástica (Añosluz Editora, Buenos Aires, 2016), Reedición ampliada del Psicólogo de dios (Kintsugi editora, 2018).