Poesía: «Premiere», «Lo nuevo», por Magalí Díaz Moreno

 

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Imagen: Sammy Slabbinck

 

Premiere

Flota por ese líquido dulce y sin nombre.

Nada, se despereza.

Abre los ojos y los vuelve a cerrar.

Pone su mano en la boca y la saborea.

Todo es intenso.

Siente una luz suave y unas palabras dulces que hacen eco sobre sí mismo.

Sueña todos los días con cosas que no comprende pero que tampoco le importan demasiado.

La fascinación de lo que pasa en cada momento es el motor de su felicidad.

El alimento con el que se nutre a veces le agrada, a veces no.

Se pone inquieto. Se duerme.

Al cabo de un tiempo, se da cuenta que es momento de dejar ese lugar.

Es momento de conocer otros y a otros también.

Es ahí cuando se posiciona.

Va girando sobre sí mismo cual caracol.

Sigue en espiral por un tiempo.

Como un nadador listo para saltar del trampolín o bajar de un tobogán, desciende.

Se desliza.

El camino es oscuro pero no le teme.

Sigue.

Tarda lo que siente es una eternidad.

En el fondo ve una luz.

Como si fuera disparado como un cohete sale.

Toma instintivamente una gran bocanada de aire.

Llora de la emoción.

Viendo así que todos los que están a su alrededor hacen lo mismo.

Está lleno de vida.

Un ser en estreno ha salido a la superficie.

 

 

Lo  nuevo

La palabra sola me lleva a recordar a Dante y su vita nova. La renovación del amor que aunque platónica e ingenua, tiene esa cosa novedosa: dulce y estilosa.

Los corazones se llenan de esperanza ante la novedad del Año por nacer.

Tontas promesas falsas: de cambiar de actitud como de calendario o ropa interior.

Pero a veces, lo cotidiano sorprende y se da el milagro.

¿Si no es acaso que Los astros se alinean y una vez por mes, la luna cambia y se renueva?

Si ella cambia… ¿Por qué no cambiar yo?

Voy pelando mis capas una tras una, dejándolas caer y metamorfoseándome en la mariposa que

Siempre quise ser….en un ser inédito cuya historia es un canvas en blanco, listo para ser llenado

De palabras nóveles, de trazos puros.

Escribiendo así la saga de una vida en estreno, de un espíritu blanco de inicios sin final en vista.

 

Magali Díaz Moreno (1985, Buenos AiresDesde muy temprana edad, tuvo avidez y fascinación por la lectura. A los seis años descubrió el animé japonés, a Queen, las predicciones de Horangel y a la mitología griega. Escribió desde que aprendió a hacerlo, desde diarios a cuentos y hasta novelas. Estudió algo de Publicidad para darse cuenta que ser creativo es un arte y no un comercio. Recitó poesía en diferentes eventos y escribió para diferentes medios de comunicación digital. Se recibió un buen día de Letras y actualmente se encuentra dando sus primeros talleres literarios y astrológicos. 

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