Crónica: «Barcelona», por Javier Cuberos Xubero

00- Panfletos de la calle 1
Barcelona, España, aún

 

//Advertencia// Las que siguen aquí, son un cúmulo de impresiones de lo vivido junto a un grupo de amigos en Barcelona durante el referéndum catalán en Octubre del año pasado. Nacieron de notas que tomé durante el viaje, junto a dibujos, fotografías y collages que fui realizando en acorde. Formarán parte de un libro más amplio y en proceso, que reunirá mi viaje a través de Barcelona y otras ciudades de la península ibérica.

 

I

 

Llegamos a Barcelona, el primero de Octubre. Era el domingo del referéndum, aquel que tuvo la intención de plantear una base de legitimidad para la escisión de Cataluña, para arrancarse de la España toda.

01-Calle BCN

Nos habían avisado ya, que sería un día difícil, incierto.

Decían que había barcos que respondían al poder central español que custodiaban las costas mediterráneas y podían invadir el territorio desde la playa de Barceloneta. Se llegó a contar, incluso, que uno de aquellos tenía al pájaro tweety en uno de sus lados, quizás para desorientar o para dar algún mensaje críptico y extraño.

En la ciudad se respiraba un aire pesado. Las paredes, estaban cubiertas por carteles en español y catalán que saludaban al referéndum o lo criticaban. Podía generarse un diálogo imaginario entre todas las consignas.

Comencé a fotografiar todo lo que veía y acumular papeles, folletos, cualquier elemento que me ayudara a comprender ese cosmos.  Cada mensaje, cada imagen parecía articularse de manera difusa.

Recorrimos las calles, por la tarde hasta que la noche nació. Los catalanes hacían guardia en las escuelas designadas para votar. Cada tanto, se escuchaban aplausos y alguna vociferación en catalán que no podíamos entender. El clima era de encuentro y compañía. No se sentía entonces una atmósfera de victoria o celebración, pero tampoco de derrota. Como esos partidos en los que se empata, pero se pierde al hacerlo. Como una partida de ajedrez en tablas, que deja exhausto.

02-Collage BCN Referendum

Nos contaron que la Guardia Civil había reprimido en algunas escuelas en las que se votó durante el referéndum. Que había gente muy herida. Que era una afrenta imperdonable por parte de España y por eso ahora custodiaban las escuelas. Que la votación había podido realizarse, a pesar de todo. Que estaban procesando los números finales y que se sabría pronto el resultado. Que iban a ganar.

 

03- Boleta de votación y votación

 

Esa noche, volvimos al departamento que nos habían prestado en el Barrio Gótico, sin entender demasiado la situación general. En una de las calles cercanas a nuestra casa, encontré una papeleta de votación. Era pequeña y discreta. Estaba escrita en tres idiomas: catalán, español y francés. Tenía dos casilleros para votar. Había que marcar la opción que se deseaba.

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Esa misma noche, luego de observar largamente los materiales que había reunido durante el día, comencé a hacer collages con todos ellos, como una forma de apropiarme de todo ello, de sentirme menos perdido.

 

II

 

Dos días después, luego de la represión por parte del gobierno español hubo un paro general en Barcelona, anunciado por la Generalitat, la institución de decisión y gobierno de la comunidad autónoma de Cataluña.

04-Marcha catalana

 

En la calle, había mucha gente y banderas catalanas.  Sentíamos una inevitable seducción por la manifestación, por el deseo de revuelta. Por la historia en movimiento.

Durante la marcha, un grupo numeroso de chicas sostenía una gigantesca bandera catalana e iba avanzando por la Vía Laietana. Al llegar al boulevard cercano a la Catedral de Barcelona, el grupo se detuvo sobre una enorme reja metálica que estaba sobre el piso y emitía el aire de la refrigeración del metro.

Entonces, una de las chicas, jugó a flamear la gigante tela durante varias decenas de minutos. Luego, se acercó a la más alta del grupo y subió a sus hombros. Tomó la bandera con sus manos y la orientó hacia el cielo, replicando -en mi cabeza- la icónica efigie del Mayo francés (que replicaba a su vez a La Libertad guiando al pueblo de Eugene Delacroix). Las imágenes, que hacen imágenes, que hacen más imágenes.

05Via Laietana las chicas

 

Y, dos bomberos que pasaban por en medio de la avenida y levantaban las manos. La gente toda los aplaudía, como si fueran rockstars.

Y, un pakistaní pasaba por entremedio de los manifestantes, vendiendo banderas catalanas.

Y, un patrullero de la policía autonómica catalana –los Mossos d´ Esquadra– se acercaba a la marcha y la gente los saludaba con cariño.

 

06- Ella hablaba

 

El promedio de edad durante la marcha haya sido quizás de entre veinte y veinticinco años. A diferencia de las marchas a las que estamos acostumbrados en Argentina, el código de vestimenta era muy cuidado. Podríamos habernos ido, todos, a bailar a alguna fiesta luego de la marcha.

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Y, nos contaban que había enfrentamientos entre la Guardia Civil y los Mossos.

Y, recibíamos mensajes de nuestra gente en Argentina, que nos preguntaban si estábamos en medio de una guerra civil.

Luego de toda una tarde de caminata, al atardecer del día, nos sentamos a tomar un café. Se comenzaban a escuchar los cacerolazos cuando nos traían las tazas.

 

III

Unos días luego, llegó a nuestro balcón los cantos de la marcha hispanista. Como latinoamericanos, era difícil escucharlos. La piel se ponía de punta. El estómago se retorcía. Una línea del tiempo se conectaba con el pasado de nuestra tierra.

07-Hispanista

 

-¡Viva el Rey! , ¡Viva la Guardia Civil!-

La marcha tenía la intención de mostrar a la Cataluña que quería mantenerse dentro de España.

La bandera que colmaba e inundaba las calles esta vez era la  Real, la española. El símbolo del país y el mismo signo que se impuso alguna vez en la tierra americana. Y, de alguna manera inexplicable, se anudaba nuestra historia sudamericana con lo que sucedía en las calles de Barcelona, aunque fuera un caso y un escenario muy distante al nuestro.

Con el paso de los días, fuimos entendiendo que en las calles no se manifestaba por la búsqueda o la consolidación de un nuevo orden de las cosas o por un cambio en la redistribución de la riqueza en general, o tal vez por la creación de nuevos derechos, sino que se habría de mantener el mismo statu quo en general. Y, lo que estaba en disputa en verdad era el correlato de un juego de espejos confuso, en el que las historias española y catalana se anudaban con rudeza y en la que los nacionalismos contemporáneos chocaban con acidez. Al fin y al cabo, las mismas elites seguirían en el poder. Un chico catalán nos dijo claramente, que su enemigo no eran los trabajadores madrileños sino la injusticia que sostenía a los barrios más ricos de Barcelona.

 

IV

 

Y, luego de aquella primera semana convulsionada, el clima político se aminoró y pude conocer la rutina de Barcelona. En verdad, fue el día de la marcha catalana el único que estuve cerca de los catalanes. Durante los días cotidianos, el centro de la ciudad era potestad de las enormes masas turísticas. Me habían hablado anteriormente del “problema del turismo” de Barcelona, aunque pensé entonces que era una exageración.

Una mañana calurosa, cerca del Paseo del Ángel – un famoso paseo comercial-,  me detuve en medio de la acera peatonal. Observé de lejos, entonces, una enorme masa que se movía lenta y sin pausa. Como una mancha de aceite. Como una plastilina que modificaba su forma con la temperatura en ascenso del sol. Era el movimiento perpetuo de las manadas turísticas que llenaban las calles.

Un amigo sevillano, luego me referiría que el crecimiento del negocio turístico en las grandes capitales del país va volviendo imposible el poder vivir en los centros. Es un fenómeno que se replica en varias ciudades y obliga a que los españoles dejen los centrales cascos históricos al turismo y deban vivir mucho más lejos. Los centros urbanos se van convirtiendo en espacios guiri: muchos españoles hablan peyorativamente de lo guiri, refiriéndose a los lugares o experiencias que se tornan meramente turísticas y vacías, con los cuales dejan de tener afinidad, sintiéndolos ajenos, lejanos, manoseados.

08- turistas gilli

V

 

En Barcelona, y luego en otras ciudades durante el viaje, fui entendiendo que en Europa se ve quizás más claramente en lo que pueden llegar a convertirse varias dimensiones contemporáneas de las grandes urbes.

 

09-Turismo.jpg

Muchas ciudades europeas van siendo convertidas en parques turísticos de diversión para adultos, en las que se  ofrece al turismo global una cantidad somera de experiencias de ocio.

Y, las tiendas de ropa se van convirtiendo en templos del consumo. Nuevos edificios megalómanos y enormes viejos palacetes son convertidos en los palacios de las marcas.

Y, las Iglesias se van transformando lentamente en museos silenciosos, en los que una entrada se cobra (o, se sugiere) para ver las obras que están a su dentro.

Y, los gift-shops, los negocios de venta de recuerdos de las ciudades, son atendidos en general por pakistaníes e hindués que venden baratijas seguramente confeccionadas en China.

 

VI

 

Hubo muchas cosas que no comprendí en Barcelona, como si hubiera intentado leer un manuscrito en otro idioma y que fui traduciendo con el tiempo. Uno de los últimos días allí, hice mi autorretrato. Me sentía anonadado, pleno de información y sin entender demasiado.

10-Autorretrato en Barcelona

Sin embargo, también me sentía atraído por Barcelona. Por su arquitectura y sus calles. Por la playa de la Barceloneta. Por su movimiento y su potencia. Por su pasado críptico y su presente confuso.

Como una chica a la que acababa de conocer, que me gustaba y me daba la espalda al despedirse sin aviso.

 

 

Javier Cuberos Xubero (1984, Buenos Aires)

Comenzó a escribir en la extinta escena de los blogs creando en el 2007 “El Blog que Nadie Lee” (#BQNL). En el 2011, se recibió de Sociólogo en la UBA. A partir del 2015, el BQNL cierra su ciclo y comienza a aunar su escritura con su obra visual. Participó de los talleres de Silvia Gurfein, Rosana Schoijett y Daniel Joglar. Fue seleccionado por La Paternal Espacio Proyecto para el proyecto PAPO/Arte y Política durante el 2014, por la Bienal de Arte Joven en el 2015, por la Beca InQubarte de la Fundación ACE en el 2016 y por el Fondo Nacional de las Artes para una Beca grupal de Formación durante el 2017 junto al colectivo de artistas La Ala Accionista.  A través del collage y la escritura, ha elaborado varios libros de artista. Da clases de collage y ha viajado por el país, brindando el taller en diferentes lugares de la Argentina.

javiercuberos.blogspot.com.ar/

Fb/javierxubero

@javierxubero

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